sábado, 31 de enero de 2009

LOS VAMPIROS





Un vampiro es, según la cultura popular de varios países, una criatura que se alimenta de sangre de seres vivos para mantenerse activo.
En algunas culturas orientales y americanas aborígenes el vampiro es una deidad demoniaca o un dios menor que hace parte del panteón siniestro en sus mitologías.
En la cultura europea y occidental, el vampiro es un ser humano convertido después de morir en un engendro depredador chupasangre.




Probablemente la figura del vampiro presente en el folclore de muchas culturas desde tiempos inmemoriales, la encarnación del mal como entidad o una representación del lado salvaje del hombre, latente en su sistema límbico y en conflicto permanente con las normas sociales y religiosas.
Pero posiblemente el vampiro como mito es una combinación compleja de varios temores y creencias humanas como la antes anotada, más otras como la atribución a la sangre de ser fuente de poderío o vehículo del alma, el temor a la enfermedad o sobre todo a la muerte y en consecuencia a su expresión más palpable como es el cadáver, así como a la depredación, y la fascinación temerosa por la inmortalidad. Algunos estudiosos del vampirismo han sugerido que el mito que ha trascendido hasta nuestros días a partir de su origen europeo también está relacionado, total o parcialmente, con la necesidad de dar una explicación causal, en medio de una atmósfera de pánico colectivo, a fenómenos epidémicos que asolaron Europa originados por enfermedades reales como la rabia, la peste o la porfiria, antes de que la ciencia los explique racionalmente.




ORIGEN HISTORICO (EL PADRE DE LOS VAMPIROS)




Existen personajes reales cuyas actividades han inspirado la figura del vampiro mítico en el folclore contemporáneo sobre todo el alimentado por la imaginación de los novelistas.
También conocido como Vlad III o Vlad Tepes, es un noble héroe nacional rumano que en el siglo XV luchó contra la invasión de los otomanos, famoso por la fiereza y crueldad de sus métodos y es el personaje que inspiró la novela "Drácula" de Bram Stoker.

Vlad Tepes Draculea significa hijo de Dracul que a su vez significa el dragón y que era apodo del voivoda (príncipe) valaquio -la idea de que era transilvano es aportación de Bram Stoker- Vlad II Dracul, caballero de la Orden del Dragón, y padre de Vlad III, que es apodado Tepes ("Empalador" en rumano) por su método mas famoso para escarmentar a su enemigos. Debido a su capacidad para expulsar a los turcos de Valaquia, por lo cual vivió en constante estado de guerra durante 1431 y 1476, y liberar la comarca de la delincuencia, se le considera un héroe nacional en Rumaniay el salvador de Europa pues Valaquia junto con la vecina Transilvania, constituyen la puerta meridional de Europa que todo invasor procedente de Asia, tenía que pasar obligatoriamente si intentaba conquistar por el sur las fértiles llanuras del continente europeo. Michel Beheim, un juglar germánico, compuso en 1463 una canción con el título Von ainem wutrich der hies Trakle waida von der Walachei donde relataba la historia de Vlad Draculea. Beheim era súbdito del rey húngaro Matías Corvino, en cuya corte se refugió Draculea cuando tuvo que huir de su natal Valaquia.
La leyenda siniestra de Draculea, pudo surgir como mínimo desde 1460, cuando sus enemigos en el exterior y en el interior estaban convencidos de que Vlad disponía de poderes necrománticos, pues sólo así podía explicarse su conducta, y pensaban que su reducido ejército diurno quedaba reforzado durante la noche por las cien mil almas de sus víctimas convertidas en raptores de niños y doncellas, chupadores de sangre, fantasmales guerreros de la oscuridad en busca de implacable venganza contra los vivos




PROTECCIÓN CONTRA UN VAMPIRO




Practicas preventivas . Existen muchos ritos tradicionales para evitar que un muerto se convirtiera en un vampiro. Enterrar al cuerpo cabeza abajo era una de las más extendidas, como también colocar hoces o guadañas cerca de la tumba, para evitar que los demonios poseyeran el cuerpo o para apaciguar al muerto y que este no se levantara de su ataúd. Es un método que se asemeja al usado en la Antigua Grecia de colocar un óbolo en la boca del muerto para pagar a Caronte. Esta tradición se ha mantenido en el folclore de la Grecia moderna sobre el vrykolakas, según el cual se pone una cruz de cera y una pieza de cerámica con la inscripción "Jesucristo conquista" sobre el pecho del cadáver para evitar que se convierta en vampiro. Otros métodos que se practicaban comúnmente en Europa incluían cortar los tendones de las rodillas, o esparcir semillas o arena en la tierra de una tumba sospechosa de contener a un vampiro; esto era para mantener al vampiro ocupado durante toda la noche contando los granos caídos. Historias chinas similares relatan que si un ser vampírico se encontraba con un saco de arroz, tendría que contar todos los granos uno a uno; es una temática que se puede encontrar en los relatos del subcontinente indio, así como en Sudamerica, sobre brujas y otros tipos de espíritus malignos o traviesos.
Talismanes y objetos protectores. Hay muchos objetos, sagrados o profanos, capaces de alejar a los no-muertos y que son comunes en las leyendas sobre vampiros, como el ajo o el agua bendita. Estos objetos varían de región en región; se dice que una rama de rosa silvestre o de espino puede dañar al vampiro; en Europa, esparcir semillas de mostaza en el tejado se decía que los mantiene alejados. Otras formas de protección incluyen objetos sagrados, por ejemplo un crucifijo, un rosario, o agua bendita. Se dice que un vampiro no puede caminar por un terreno consagrado, como iglesias o templos, o cruzar una corriente de agua




COMO MATAR A UN VAMPIRO




Los métodos para la destrucción del vampiro variaban, siendo clavar una estaca el método más citado, particularmente en las culturas eslavas al sur. La decapitación era el método preferido en las áreas germanas y eslavas del oeste, enterrando la cabeza junto a los pies, tras las nalgas o alejada del cuerpo. La cabeza, el cuerpo o las ropas del vampiro también podían ser clavadas al suelo para evitar que se alzara. Los gitanos clavaban agujas de hierro y acero en el corazón del cadáver y colocaban pequeños fragmentos de acero dentro de la boca, sobre los ojos, en las orejas y entre los dedos durante el entierro. También introducían espino en el calcetín del muerto, o le clavaban una estaca de espino en las piernas. Medidas adicionales incluían rociar agua hirviendo sobre la tumba o la completa incineración del cadáver. En los Balcanes, el vampiro también podía morir si se le disparaba o ahogaba, repitiendo el funeral, rociando agua bendita sobre el cadáver, o con un exorcismo. En Rumanía se podía colocar un ajo en el interior de la boca, y en una época tan reciente como el siglo XIX, se tomaba la precaución de disparar una bala a través del ataúd. Para casos recalcitrantes, se desmembraba el cuerpo y se quemaban las partes, mezclándolas con agua y administrándoselas a los familiares a modo de cura. En las regiones sajonas de Alemania, se colocaba un limón en la boca del sospechoso de ser un vampiro.

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